El nudo llano, nudo rizo o nudo cuadrado, era ya conocido en el final de la Edad de Piedra y por los antiguos griegos y romanos.
Su nombre se deriva del uso marino, ya que se utiliza para unir dos extremos de un cabo cuando se riza una vela. Es uno de los nudos que la mayor parte de la gente conoce, con excepción del llamado nudo de la abuela.
Cuando los extremos son introducidos tan sólo parcialmente a través del nudo, haciendo gazas o lazos, el resultado es un doble nudo de rizo, utilizado con frecuencia para atar cordones de zapato.
El “nudo de rizo, llano o cuadrado”, no constituye un enlazamiento demasiado seguro, por lo que no debe usarse, por supuesto, con cabos de diferente diámetro. Su verdadera función consiste en unir los finales del mismo cabo.
Debe utilizarse solamente para realizar un eventual empalme de cabos de igual material, peso y diámetro, y en los casos en que no vayan a estar expuestos a tensión. Si los cabos o cuerdas van a estar sometidos a cualquier esfuerzo, deben realizarse nudos de tope o antideslizamiento en los extremos cortos.
Elaboración del Nudo Llano
El nudo llano se efectúa confeccionando dos nudos simples. El primer nudo simple se realiza de izquierda a derecha, el segundo se hace después de derecha a izquierda, de forma que los dos extremos cortos o chicotes queden al mismo lados.
Si el nudo es llano pero los chicotes quedan en lados opuestos, se conoce con el nombre de “nudo del ladrón o de cabo de vela”; si queda levantado y desigual, es el nudo de la abuelita. Ninguno de estos nudos es seguro y deben evitarse.